lunes, 24 de octubre de 2011

La veteranía un grado

Desde hoy comienzo una nueva etapa atletica, la última, dejo de ser senior para ser veterano.
Y la mejor forma de celebrarlo ha sido haciéndome un chequeo médico. Jejeje, bueno en realidad ha sido casualidad, tocaba revisión médica en la empresa. Todo normal. Bueno los triglicéridos altos, como siempre. Me han recomendado tomar nueces, Danacol, etc y ejercicio diario, a mi mujer le he dicho que me han indicado dieta del cucurucho, por si cuela, bueno también esto es hacer ejercicio.
Lo bueno que tengo un buen motor, gracias al entrenamiento acumulado en años, la veteranía, dan como resultado 45 pulsaciones en reposo (la verdad que estaba muy cómodo en la camilla) y un hematocrito del 47.10%. Ahora solo falta hacer ejercicio diario para ir por el buen camino.

Hoy poquito, con eso de la lluvia me daba pereza salir a correr, pero, pensé en el post anterior y salí a luchar contra la lluvia y el viento, un poco más 3 km a las 6:30 de la mañana. Una buena forma de celebrar este comienzo de la veteranía.

Mañana más y mejor

jueves, 20 de octubre de 2011

Llego el otoño...


Llegó el otoño; llegó la muerte...
¡Mas no para todos!
Hoy morirán hojas y animales.
Mas no morirán para siempre y, en su transformación de mañana
darán con más calor a la tierra,
de su muerte,
pasado mañana,
brotes de espeanza.
(Tres puertas. Extrechinato y tú)

Ahora empieza lo duro, antes "solo"  estaban los madrugones, pero hacía más o menos buen tiempo, a partir de ahora vienen las bajas temperaturas y las lluvias. Como decía creo que Carlos Toro, los días de lluvia valen por dos. Uno porque entrenas como siempre y otro porque tu rival no lo hace. Así que rivales la semana que viene, podéis quedaros en casita tranquilamente, yo no.
Esto es lo que hace falta para fortalecer la mente de cara a los próximos crosses. Posiblemente el próximo sea el 19 de noviembre en la Universidad de Nebrija y para entonces, ya habrá llovido suficiente.

lunes, 17 de octubre de 2011

Milla urbana de Santa Teresa


El sábado llegó el momento de probarme en medio fondo, esta vez alejado de las pistas, en una milla urbana, en Colmenar Viejo, mi pueblo desde hace poco más de un año. Una carrera de barrio, el de Santa Teresa.
La organizaba el club de Atletismo de Colmenar Viejo, por cierto gratuita.

Calenté con grandes atletas, Isabel Martínez y Pablo Vega, que se habían metido 2 horas por la mañana en el monte y que terminaron ganando en sus categorías. 

La carrera eran dos vueltas a un circuito lineal, con lo que había 3 giros de 180 grados, cada tramo pues de unos 400 metros. Nada más darse la salida, yo que tengo ya perdido el sentido del ritmo para estas velocidades iba justo detrás de Pablo y pensé uff, voy demasiado rápido (Pablo todavía no se había colocado primero) así que me dejé llevar un poco, luego se pusieron las cosas en su lugar, uff, que ritmos. Estuve picandome con uno del Colmenar, me adelantaba, le adelantaba, me adelantaba y en el último giro vi la meta y aceleré para marcharme y quedarme en tierra de nadie y terminar con unos buenos 5:25 para los tiempos que corren. Sinceramente me esperaba unos 20 segundos más, sin hacer series, me parece buen tiempo. 

Esta semana intentaré meter series.

viernes, 14 de octubre de 2011

La distancia perfecta


Desde que empecé a correr allá por 1996, en pocas millas he participado concretamente en 7. Más que nada porque no me siento muy cómodo corriendo a esos ritmos por el asfalto y tener que frenarte porque viene una curva de 180 grados.

 La 1ª la organizaba mi club de por aquel entonces, el Boadilla, fue junto Diego de León en la avenida de los Toreros. En una de esas curvas que comentaba antes, había un poco de agua, resbalé y acabé tocando el suelo con las manos, pero recuperé el equilibrio y no llegué a caerme, terminé en 5:27. 

La 2ª fue en el primer campeonato de Madrid de milla en ruta, celebrado en Parla,  también acabé en 5:27 creo recordar. 

En 2003 después de un buen año atlético decidí correr una milla en la calle Argumosa , con 4:27 en 1500 y rebajando hasta en 4 ocasiones me marca en 800 dejándola ese año en 2:10. Ya estaba un poco cansado de tanta competición en verano, pero quería probar que tal. 
Somos muchos y la organización decide dividir la prueba en dos carreras, 20 seniors y 15 veteranos. Los 5 primeros de cada carrera correría después la absoluta. Sale primero la de veteranos y después la nuestra. Yo que iba con la intención de correr solo una milla para saber cuanto podía hacer pues salí a tope.
 Veo gente del club marathon, como Pedro (no recuerdo su apellido), José Felix Ortiz y Oscar Hidalgo. 
Pedro sale como una exhalación,  detrás va un chaval del Fuenlabrada e inmediatamente después Oscar Hidalgo y yo, José Felix iba controlando para quedar quinto y tener el mínimo desgaste para correr la absoluta. En la recta final Pedro entra destacado del resto en 4:58, el de Fuenlabrada va 2º, Oscar 3º y yo 4º, aprieto los dientes y saco fuerzas de no sé donde y les adelanto. Termino 2º en 5:06!!! A los 20 minutos se corre la absoluta, yo me encuentro reventado. Salgo porque me he ganado el puesto. Acabo 5º por detrás de José Felix, Pedro, el de Fuenlabrada y el primer veterano, con 5:27 de nuevo. Con el 2º puesto en la senior me llevo una copa.

Las millas 5ª y 6ª las corrí en Londres en pista, no estaba muy en forma, me quedé en tierra de nadie y las 
acabé en 5:10 y 5:13.

La 7ª y última milla la corrí en 2009 otra vez la de la calle Argumosa, pero esta vez había "final" directa. Me acompaño mi amigo y compañero de entrenamientos de por aquel entonces David Bedoya.
Sabía que el estaba más fuerte que yo y que no tenía nada que hacer contra él, pero nadie se decidió a tirar, así que decidí hacerlo yo, junto a David vino otro corredor a acompañarnos. Íbamos demasiado fuerte, decidi que esa no era mi guerra. David fue tirando todo el rato y el otro iba muy cómodo detrás, apretó y se llevó el triunfo. Yo esta vez acabé 3º detras de David. Ya en plena crisis, solo hubo copa para el primero.

Mañana correré mi 8ª milla, no estoy en forma, no he hecho series, muy pocos km y lo único que me salva es que estoy cogiendo fuerza en las piernas por el terreno en el que estoy entrenando. Corro porque es en mi pueblo y corro porque mi niña nunca me ha visto correr en una carrera, vamos no ha visto nunca una carrera y además habrá pruebas para niños. Ella todavía es muy pequeña para correr, lleva poco tiempo caminando, pero, jejeje, por ahí la puedo ir enganchando. 
Procuraré bajar de los 6 minutos, pero si no bajo, diré que es que la carrera estaba mal medida y cosas por el estilo. Uff, una milla de nuevo

lunes, 10 de octubre de 2011

La soledad del corredor de fondo


Ayer corrí poco, solo para comprar el pan, 2 km de ida, dando un rodeo, y todo el rato en subida y un km de bajada. Dejé en casa el pan y pensaba continuar de nuevo, pero una vez en casa estaba tan calentito que decidí quedarme. Así no voy por buen camino, pero bueno, ya le he puesto remedio. 

Hoy he salido a las 6 de la mañana a experimentar esa soledad del corredor de fondo. La noche, las luces de las farolas, las de los coches, la de la luna,  algún que otro viandante con destino al cercanías y yo, único corredor pringao mañanero. La sesión ha consistido en recorrer unos 7 km por terreno con cuestas. Sube y bajas, en el que he notado como tiraban los cuádriceps. 

Ayer, después de ir a comprar el pan fui a dar un paso con mi mujer y mi niña al polideportivo. Vi como había un chico entrenando vallas. Recordé aquellos tiempos en los que yo lo hacía también, cuando practicaba atletismo en un grupo y sentí añoranza. Ahora solo corro, ahora solo soy corredor, y corro solo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Cuestan las cuestas

El entrenamiento mañanero de hoy, a las 6:15, ha sido durillo. Hoy iba a ser un entrenamiento de fartlek, pero el terreno me ha dejado K.O.

Comencé por el circuito que suelo hacer siempre, en el que ya conozco las cuestas, como buen fartlek, apretaba cuando me venía en gana y después recuperaba. Añadí el más difícil todavía y me metí por una cuesta bastante empinada y de unos 40 segundos de duración, que me ha matado. A partir de ahí, se acabó el fartlek ha sido una supervivencia con con el terreno, cada vez que subía, mis piernas protestaban y cuando bajaba las cuestas mi cabeza, me decía: "Tío que esta cacho bajada vas a tener que subirla luego a la vuelta". Llegó la vuelta y subí y pensé: " buah, no ha sido para tanto" e inmediatamente: "Coño si esa no era la cuesta".

Pasada esa cuesta fue como una vacuna contra el dolor y ya pude con el resto..., que ya me quedaba poco.

Fue más duro que el martes, que fue el día que dediqué al entrenamiento de cuestas.

Por lo demás, no he entrenado mucho ya que estuve enfermo y estaba flojucho.