Por algunos motivos entre los que ha estado una nueva mudanza, me faltó motivación para salir a correr, y dejé de ser constante, bueno, salía todas las semanas, pero no solía superar los dos días de rodaje. Quien me haya visto las fotos en el Facebook, uno de esos dos días elegidos para correr era con los tapieros en la Casa de Campo. A parte de que tampoco tenía mucho tiempo, pero cuando tenía, no me apetecía salir ¿para qué? si dentro de nada me mudo y no voy a tener tiempo. Correr paso a ser algo secundario, casi, casi abandonado.
No estaba en forma (ni lo estoy) y no me sentía bien corriendo. A veces salía y a los 10 minutos paraba. Mi cabeza me decía basta, me bloqueaba y me tenía que poner a caminar.
Otras veces tenía algo de ganas, pero la niña decía: -"¿pero papá, tu no vas a correr porque te quedas conmigo, verdad?". Y lógicamente, me quedaba con ella, no me podía resistir.
Hace unos años, más o menos cuando cumplí 30, me cambió el metabolismo. Antes comía muchísimo y no engordaba nada o muy poco, ahora como bastante menos que antes y la tripa me ha crecido. La primera vez que me pasó esto, notaba al correr como me botaba la tripa, ahora ya me he acostumbrado, también peso un poco menos que entonces.
Ahora por enesíma vez nos hemos mudado, nos hemos ido cerca de la Dehesa de la Villa. Para quien, no lo conozca es un parque de los más grandes de Madrid, con un hermoso pinar, con unas cuestas flipantes, aunque también tiene algunas zonas más llanas donde se puede correr bien.
El ir a vivir allí ha reactivado la motivación, me apetecía un montón correr por allí. Y esta motivación ha hecho que sea constante. Me fui el sábado allí, y el único día que fallé fue el lunes, porque me fue imposible.
El hecho de correr sin ningún objetivo, me desmotivaba, ahora simplemente el objetivo es correr por correr, porque disfruto haciéndolo. Disfruto recorriendo caminos nuevos, contemplando las vistas, compartiendo espacio con otros corredores, aunque más disfruto con las corredoras, las cuestas que tiene...
El único pero que veo es que yo soy un corredor que utiliza mucho la pista y por ahí, cerca, cerca no hay ninguna, esto va a cambiar mi manera de entrenar.
Alvaro la motivación viene y va, pero al final se va asentando el gusto por correr, aunque no se tengan objetivos.
ResponderEliminarY si el metabolismo cambia y normalmente cambia a tripita ;-))
La Dehesa de la Villa es un lugar estupendo para correr y pillar buenas cuestas.
Cuando no apetece no hay que buscar motivos, no se hace y punto, ya volverán las ganas. No te hace falta pista con los parques que hay por esa zona, disfrútalos.
ResponderEliminarSalu2
Parque nuevo...pinar nuevo...cuestas nuevas... a ver si te vas a convertir en un trail runner en pocos meses :-)
ResponderEliminarVamos tron!!
ResponderEliminarO sea que te has vuelto a mover de la zona de Suanzes de nuevo no??
Cuando no apetece no se sale. La "gasolina" de esto es correr por disfrutar: eso hace que salgamos siempre o casi siempre, pero no fuerces. El objetivo es solo un complemento de todo esto y además siempre hay rachas que motivadas también por cambios hace que todo apetezca menos o nos sintamos más cansados.
¡Un abrazazo enorme!
Toca acostumbrarte a ese nuevo entorno y ya encontraras algun buen lugar donde hacer series, test que no necesariamente sea el tartan.
ResponderEliminarUn abrazo y a disfrutar de correr por correr que es a lo que estamos todos abocados y no es una mala opcion, para nada.
Espero que hayas pasado un buen verano Álvaro. Los seguidores de tu blog esperamos una actualización :-)
ResponderEliminarSaludos,
Alberto