Poco a poco voy recuperando la motivación. Aunque ayudaría más disponer de más tiempo y no correr siempre o casi siempre de madrugada.
Debido a que la motivación la estoy recuperando desde hace poco y la falta de kilómetros que han venido en gran parte acompañada de la desmotivación me presentaba por primera vez a este cross desde que se celebra en el parque Norte, y en no muy buena forma.
El otoño, tal como lo conocemos con su clima lluvioso y días grises empezó justo ese día, el 12 de octubre, que se le va a hacer, un cross, queda un poco desangelado sin barro y de este elemento hubo en abundancia.
El parque Norte se encuentra en una cuesta con lo que ya iba precavido de que el circuito sería duro y no me equivoqué. Había que dar 3 vueltas para completar un circuito de unos 6500 metros.
Uno ya va entrando en años y me toco correr con los veteranos A, la carrera más numerosa de la mañana con 85 corredores que acabamos la prueba.
En el calentamiento ya pude observar que había algunas zonas chungas con barro y una bajada con césped seco mojado, algo así como cuando cae un fruto seco en una piscina como diría Luis de Piedraita, era una bajada peligrosa, porque tenía una buena pendiente. También había varios metros con adoquines, lo que hacía descartar utilizar los clavos que hubieran venido muy bien para el resto del circuito.
Cuando terminé el calentamiento, el speaker, si que se calentó de verdad, empezó a bronquear a la gente que pasaba por medio del circuito de manera desproporcionada, flipé como en un ambiente lúdico festivo, se puede crear tan mal rollo.
Me encontré con gente que hacía mucho tiempo que no veía. Un par de corredores con los que solía coincidir de cuando yo comencé en esto del correr. Que uno terminó muy delante de mi, siempre corrió mucho más que yo y otro que termino muy después. Una pena, ya que solíamos estar muy a la par hace años.
Dieron la salida y decidí tormarmelo con relativa calma, aunque siempre en la primera vuelta uno se encuentra fresco y se deja un poco llevar por la euforía. La segunda vuelta ya me puso en mi lugar. Me encontraba muy bien corriendo por el barro, pero me mermaba las fuerzas para las subidas. Notaba que me faltaba fuerza y notaba que me faltaba fondo, fue un auténtico sufrimiento, pero me decía a mi mismo que terminar la carrera iba a ser un buen entrenamiento y eso es lo que me hacía no arrojar la toalla y continuar con el sufrimiento. En la tercera vuelta me encontraba cerca de un corredor, siempre a la misma distancia, veía que no le podía recortar, hasta que llegó una bajada, una zona llana con barro y le adelanté, no porque me hubiera dado un subidón, sino porque creo que el otro iba todavía peor que yo, pensé que me pillaría de nuevo en la subida y no fue así.
Al llegar el último tramo de subida, vi que como enésima vez me quedaba en tierra de nadie, no iba a alcanzar al de delante y no me alcanzaban los de detrás. Llegué al llano y a la meta sin fuerzas para sprintar por nada, con lo que no pude comprobar si también me falta velocidad.
La próxima carrera será o el cross de Nebrija el 19 de noviembre o el 20 de noviembre el cross de la La Elipa. Para entonces espero haber entrenado mejor.
La clasificación aquí